La tensión en el vestidor del América se incrementó tras el partido contra el Pachuca. Miguel Herrera regañó severamente a toda la plantilla debido a que Roger Martínez desobedeció su instrucción de que Emanuel Aguilera debía cobrar el penalti que pudo significar el triunfo frente a los Tuzos.
Con el temor de que los jugadores pasaran por alto su autoridad, el timonel de las Águilas encabezó un discurso en el que les dejó en claro a todos los jugadores que él es la máxima autoridad en el vestidor, por lo que él toma las decisiones.
Con la calentura de dejar escapar dos puntos que parecían en la bolsa, el Piojo llegó al vestidor y comenzó a hablar fuerte con todo el equipo en donde reiteró que nadie está por encima de su autoridad, por lo que los futbolistas están obligados a obedecer con lo que se estipule, precisamente con los cobradores oficiales de los penaltis.
El entrenador de las Águilas destacó que su molestia no se debió a que el 'Tanque' fallara el disparo, sino a la desobediencia, ya que su orden fue que Aguilera disparara, ya que es el cobrador oficial, por lo que el zaguero también se llevó su respectiva reprimenda.
"Desafortunadamente hay un pateador y en la cancha ellos deciden quién lo tira. Hoy se establecen reglas y el que las rompa se va de la cancha. Roger está haciendo buen trabajo y no porque pateé un penal tiene que demostrarle nada a la gente", comentó el Piojo durante la conferencia.