Aunque lo detuvo el GATEM, no lo “pasearon”, ni le sembraron nada, al contrario, lo encerraron por una falta administrativa, aún cuando había señalamiento directo.
REDACCIÓN/EL TIEMPO
Un reconocido delincuente dedicado a la venta de droga, fue detenido el mediodía de ayer por elementos del GATEM, luego de haber sido denunciado anónimamente por vecinos, ya que el tipo se encontraba muy drogado y amenazándolos, asegurando que nadie podía tocarlo, porque es protegido por un elemento de Fuerza Coahuila.
La protección de que goza fue evidente, luego de que fuera asegurado sólo por una falta administrativa menor, y no se reportara decomiso de droga, mucho menos fue “paseado” por horas por los elementos de negro, sino que rápidamente fue llevado a la Comandancia y entregado en Barandilla.
Fue a las 12:00 horas de ayer, cuando se recibió la llamada anónima al 911, en la cual se indicaba que en el domicilio ubicado en la calle 19 número 1005, entre las calles 2 y 4 de la colonia Guerrero, se encontraba un sujeto vendiendo drogas a toda hora, pero debido a que se estaba portando muy agresivo con los vecinos decidieron denunciarlo.
Fueron elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales de Monclova, quienes acudieron a citada vivienda, logrando localizar y detener al presunto vendedor de droga.
El delincuente fue identificado como Gerardo Morales Lira, mejor conocido como "El Chino", de 22 años de edad, quien declaró que es protegido y trabaja para un elemento de Fuerza Coahuila, a quien se le conoce como "El Catín, por lo que aseguró que no podían hacerle nada, o de lo contrario habría represalias por parte del uniformado de Fuerza Coahuila.
Pese a sus amenazas, los elementos tácticos procedieron con su detención, pero curiosamente sólo fue ingresado por la falta administrativa de inhalar sustancias tóxicas, por lo que recuperaría su libertad en unas cuantas horas.
Llama poderosamente la atención que ambas corporaciones, GATEM y Fuerza Coahuila, han sido señaladas en un sin número de casos por “sembrar” drogas a ciudadanos inocentes, y ahora que existía un señalamiento directo y denuncia, no procedieron como siempre, sino que le prestaron todas las facilidades al “puchador” para que recupere su libertad rápidamente.