Monclova fue objeto de reflectores nacionales tras la clausura de una gasolinera en la colonia Progreso por parte de la PROFECO, quien informó haber detectado un control remoto denominado “rastrillo” el cual se usaba para surtir cantidades menores de combustible mientras que gasolineros locales se escondieron para evadir cuestionamientos
La Procuraduría Federal del Consumidor, informó que durante la semana pasada se hizo mediante un sorteo un operativo encontrando “un rastrillo”, que es un tipo de enlace a distancia o control remoto que facilita vender porcentajes menores en los litros de combustible que deben surtir al consumidor.
Esta operación era realizada en la estación 7150 con registro de propietario Luis Barrera Llanos, gasolinera ubicada en la Avenida Adolfo López Mateos de la colonia Progreso.
Empresarios del ramo gasolinero y quienes suelen ser dar constantes opiniones en temas de combustible, en esta ocasión no estuvieron disponibles.
El presidente de COPARMEX, Marco Ramón García, se limitó mediante un mensaje a señalar que se encontraba en la Ciudad de Saltillo, pero sin dar respuesta a lo develado por PROFECO a nivel nacional.
En el caso de Andrés Oyervides, quién fue presidente de CMIC y de la Unión de Organismos Empresariales, quién fue un crítico tajante en temas de combustibles tanto en precios como ventas ilegales, tampoco respondió llamadas.
Cabe señalar que los operativos de PROFECO Nacional con relación a la regulación de las gasolineras son esporádicos y mediante sorteos continuará vigilancia en defensa del consumidor.