Washington.- El número de inmigrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos superó los 100 mil por segundo mes consecutivo, informaron ayer las autoridades federales, sin que las duras políticas migratorias del gobierno del presidente Donald Trump haya logrado poner freno al creciente volumen de familias centroamericanas que llegan al país.
La jefa de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost, dijo a senadores que las cifras de aprehensiones se dispararon y que tuvo que sacar a algunos de sus elementos de otras tareas para cuidar a niños. Mientras hablaba se mostraban detrás de ella imágenes de agentes con niños en brazos.
No podemos atender esta crisis desviando más recursos, dijo Provost. Es como poner una cubeta bajo un grifo. No importa cuántas cubetas tengamos si no podemos cerrar el flujo.
De acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional, 109 mil 144 inmigrantes fueron aprehendidos en abril, incluyendo a más de 58 mil familias y 8 mil 800 menores de edad no acompañados por adultos. En medio de la creciente migración se han registrado tres muertes de menores guatemaltecos, de siete, ocho y 16 años, así como la de cinco adultos.
Contribución al problema
Me preocupa cuántos más se nos están pasando, indicó Provost. Nos hemos visto forzados a arriesgar nuestra seguridad nacional.
Los senadores demócratas dicen que las mismas políticas migratorias fallidas de Trump, como la tolerancia cero que forzó la separación de familias, han contribuido a la crisis en la frontera.
El senador Dick Durbin, de Illinois, señaló que las políticas antinmigrantes de Trump son crueles, impredecibles e inefectivas.
Sin embargo, los legisladores de ambos partidos parecen coincidir cada vez más en que debe resolverse la crisis en la frontera. Provost les dijo a los senadores en una audiencia del Subcomité de Asuntos Jurídicos que las leyes deben cambiarse para poder detener a familias hasta que se completen sus casos. También comentó que deben hacerse cambios para que sea más fácil regresar a sus países de origen a los menores que viajan solos.
Por lo pronto, la Patrulla Fronteriza ha dejado en libertad a unas 32 mil familias, que entregó a organizaciones no gubernamentales o que dejó en estaciones del autobús.
Sabemos que liberar a familias contribuye a que más personas vengan, pero no tenemos otra opción, indicó un funcionario anónimo que aseveró que la falta de instalaciones de hospedaje para los migrantes se ha vuelto un factor crítico.
El director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Matthew Albence, indicó que desgraciadamente ya no hay efectivos que arresten a individuos que ponen en peligro la seguridad pública, y agregó que la detención de delincuentes en la zona fronteriza ha caído en 14 por ciento.