INDIA.- El abuelo de Mahesh Behal acudió el 13 de abril de 1919 a una plaza de la ciudad india de Amritsar para protestar contra los colonizadores británicos. Volvió con dos balas en el cuerpo, después de que las tropas del ejército inglés disparasen hacia la multitudinaria manifestación matando a cientos.
La India recuerda este sábado el 100 aniversario de la masacre de Jallianwala Bagh, como se conoce el parque donde todavía se ven marcas de los disparos, un momento decisivo para la lucha por la independencia de la nación asiática que hizo perder la fe del pacifista Mahatma Gandhi en el sistema legal inglés. Mahesh Behal contó a Efe cómo su abuelo, Hari Ram Behal, se unió a una multitud de miles de personas -6,000 según el cálculo inglés de la época, muchos más según historiadores indios- en el parque a pesar del toque de queda impuesto por los ingleses. El general de brigada británico Reginal Dyer ordenó a sus tropas abrir fuego contra el grupo de manifestantes desarmados, provocando la muerte de al menos 400 personas e hiriendo a otras 1,000. "El carnicero Dyer disparó tantas veces que cientos de personas murieron", afirmó Behal.
El propio Dyer indicó, durante la investigación británica de lo ocurrido, el número de cartuchos gastados: cerca de 1.650. Los soldados dispararon directamente contra una multitud atrapada en un parque sin una salida evidente, ya que los soldados bloquearon la puerta principal y algunas de las secundarias permanecían cerradas, lo que provocó muertes por heridas de bala, pero también por la estampida de quienes intentaban salvarse. Incluso hubo quienes se arrojaron al ahora conocido como Pozo de los Mártirespara huir del fuego de los fusiles británicos. Hari Ram Behal fue traído a casa con vida, explicó su nieto, pero "tan pronto como le dieron agua para beber, sucumbió a sus heridas en pocos minutos".
Aquel día hace cien años, Dyer buscaba sangre, dijo a Efe Kishwar Desai, autora de un reciente libro sobre la masacre y administradora de un museo sobre la partición del subcontinente a la partida de los ingleses. Su intención no era dispersar la multitud y ni se molestó en lanzar una advertencia a las personas congregadas, subrayó. Tres días antes de la matanza, el 10 de abril, se produjo una confrontación entre soldados del ejército británico y manifestantes, en el marco de una agitación mayor lanzada por Gandhi que prendió con fuerza en la región de Punyab donde se encuentra Amritsar. "Ese mismo día, unos 20 o 25 indios murieron (...) por disparos de los ingleses.
Entonces la multitud, bastante enfurecida, incendió propiedades británicas y también mataron a cinco europeos, mientras que una mujer fue asaltada", explicó Desai.
Los ingleses querían venganza y decidieron "dar una lección" a la gente de Punyab, según la autora, lo que culminó en la matanza. El número preciso de muertos varía según la fuente. En un primer reporte elaborado por los ingleses se afirmó que fallecieron unas doscientas personas, mientras que un informe de una organización india cifró las víctimas mortales en 379. Por su parte, Desai fijó los muertos en 502 después de que el equipo del museo haya examinado durante casi dos años documentos y testimonios históricos. Jallianwala Bagh fue un "momento decisivo" para el movimiento de independencia indio e hizo que Gandhi "se volviese completamente en contra de los ingleses" al descubrir la amplitud de la tragedia. De acuerdo con la autora, el político "solía ser bastante aficionado de los ingleses, creía que tenían un buen sentido de la justicia. Hasta ese momento no era hostil, pero la masacre cambió su opinión".
Los eventos de conmemoración del centenario se han visto limitados por las elecciones generales indias, que comenzaron el jueves y se desarrollarán en varias fases durante las próximas seis semanas, por el código de conducta de los comicios que impide la participación de altos cargos del Gobierno en este tipo de actos. Una marcha a la luz de las velas el viernes y un evento oficial el sábado en el que se espera la participación del vicepresidente indio, Venkaiah Naidu, bastarán para honrar la memoria de los fallecidos en Jallianwala Bagh, donde fue erigido un monumento en su honor. El primer ministro británico David Cameron visitó Jallianwala Bagh en 2013 y calificó los hechos de "profundamente vergonzosos", mientras que la actual mandataria, Theresa May, expresó el miércoles su pesar por el "sufrimiento causado".
Pero por el momento, y a pesar de la petición del Partido Laborista británico, la India no ha recibido una disculpa formal.