Agencias/El Tiempo
MÉXICO (Iván Cañada | ESPN México) -- En un año que está en su pleno ocaso y en una fase de mero experimento, la Selección Mexicana volvió a perder en un encuentro de preparación. En Córdoba, donde los recuerdos históricos del Tri no son justamente los mejores, siguió la mala racha y en esta ocasión cayó (2-0) contra Argentina en el primero de sus dos encuentros de preparación. El Tri, bastante renovado y cambiado con respecto al que disputó la pasada Copa del Mundo de Rusia, sigue en un periodo de transición en el que los resultados, al menos en cuanto a marcadores, han sido más negativos que positivos bajo el mando de Ricardo Ferretti. Ya sobre lo que ha implicado la experiencia para muchos que apenas reciben su primera oportunidad, las conclusiones pueden ser distintas.
En un territorio prohibido como lo es Córdoba, sede de aquella catástrofe (6-0) frente a Alemania en la Copa del Mundo de Argentina hace 40 años, el Tri volvió a sucumbir y de nueva cuenta sin marcar un gol.
La diferencia de esta ocasión es que solo recibió dos a cambio y que ahora se trató meramente de un cotejo de exhibición. La conexión y certidumbre del equipo mexicano duró menos de 10 minutos en los que tuvo hasta dos ocasiones para marcar y en ambas falló. El primero fue Raúl Jiménez con un remate de cabeza que pegó en el travesaño cuando no habían transcurrido ni 60 segundos del encuentro y luego Marco Fabián no pudo vencer a un viejo conocido como Agustín Marchesín en un mano a mano en el que el portero lució superior y en ningún momento se venció ante el remate del mediocampista del Eintracht Frankfurt.
Ferretti apostó por su cuadro disponible con más rodaje al presentar a sus siete elementos con experiencia europea como titulares.
La idea era plantar cara, presionar en la salida e interiorizar el encuentro con la creatividad de Marco Fabián o la certeza de Erick Gutiérrez. El desconcierto argentino apenas duró unos minutos, pero esto no aprovechado por el Tri que con el paso del tiempo, perdió fuerza, ímpetu y hasta el propio balón.