Ciudad Hidalgo.— Unos 2 mil migrantes de la segunda caravana, incluidos niños y mujeres, cruzaron caminando el río Suchiate, que divide a México con Guatemala, donde un contingente antimotines de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración (INM) los esperaban en la orilla.
Luego de que el domingo las autoridades mexicanas no les permitió el ingreso por el puente fronterizo Rodolfo Robles, el contingente se trasladó al río Suchiate para cruzarlo caminando a pesar del riesgo que representa. “¡Hay que cruzar antes de que lleguen los federales; primero las mujeres!”, se dio la orden al contingente en suelo guatemalteco.
Sin embargo, en menos de 10 minutos de caminar por el río, una veintena de patrullas de la Policía Federal antimotines, elementos de la Marina y agentes migratorios con unidades conocidas como perreras arribaron a la orilla del lado mexicano y alertaron a los centroamericanos de que detuvieran su marcha.
Minutos después, un helicóptero de la Policía Federal sobrevoló a baja altura, sobre el contingente de migrantes provocando fuertes vientos y oleajes en el río, poniendo en riesgo la vida de mujeres y niños que eran jalados por las fuertes corrientes del Suchiate.
El primer grupo de migrantes que llegó a la orilla mexicana amarró sus prendas de vestir e hizo una cadena humana para ayudar a cruzar a los rezagados. Hasta ahí llegó el comisionado del INM, Gerardo Elías García Benavente, a dialogar con los centroamericanos; les aseguró que no serían detenidos y sólo deberían ir a las oficinas migratorias para un prerregistro.
Tras media hora de diálogo, los centroamericanos accedieron a acudir al recinto federal escoltados por la Policía Federal y agentes migratorios.
Para evitar más violencia como la registrada el domingo, cuando se enfrentaron federales y migrantes con saldo de un extranjero muerto, a las 14:00 horas las autoridades decidieron abrirles la puerta para que continuaran su caminata.
Horas después, efectivos navales y federales rescataron de morir ahogado a un migrante hondureño que de última hora decidió cruzar el río Suchiate y seguir a la caravana, pero fue arrastrado por la fuerte corriente.
El joven de 25 años fue rescatado inconsciente y sin signos vitales; sin embargo, policías federales y marinos le brindaron al joven reanimación cardiopulmonar, hasta que recuperó el aliento.
Así, la segunda caravana inició su caminata por territorio mexicano de Ciudad Hidalgo a Tapachula, con un recorrido de 37 kilómetros.
Piden investigar muerte. El gobierno de Honduras lamentó ayer los hechos violentos ocurridos el domingo en la ciudad de Tecún Umán, en los que murió un ciudadano de ese país.
“Como gobierno rechazamos cualquier forma de criminalización y violencia contra las personas que migran y pedimos que este hecho se investigue”, indicó la cancillería hondureña en un comunicado.
La dependencia hondureña se solidarizó con los familiares de la persona fallecida y se comprometió a brindar toda la ayuda necesaria para la repatriación del cadáver, al tiempo que instó a las personas que viajan en la caravana a que regresen a Honduras.