El actor mexicano Gael García Bernal afirma que el rodaje de la cinta Museo, de Alonso Ruizpalacios, fue una oportunidad "que no se va a volver a repetir" para convivir con piezas arqueológicas cargadas de historia, lo cual, bromea, les hizo adquirir un "superpoder" a los participantes del proyecto.
"Algo sucedía, no sé; creo que más allá de la reflexión y del viaje espiritual en el que nos podíamos haber embarcado allí, creo que adquirimos algún superpoder. Quizá un superpoder inútil, pero bueno", declaró hoy el actor en rueda de prensa.
Museo, el segundo largometraje de Ruizpalacios, está inspirada en el robo al Museo de Antropología de Ciudad de México ocurrido en las navidades de 1985, poco después de que un potente terremoto asolara la capital, dejando miles de víctimas mortales.
"Ha sido una oportunidad bellísima hacer esta película, ser invitado a este acto de fe", señaló García Bernal, quien da vida a Juan, un personaje que experimenta la "pérdida de la inocencia" durante la película.
Hace años, Manuel Alcalá comenzó a trabajar un guión que giraba alrededor del robo, pero el proyecto tomó su forma definitiva con la incorporación de Ruizpalacios.
Fue entonces cuando decidieron alejarse de la historia real, tanto que en el inicio del filme se advierte a los espectadores de que lo que verán es una "réplica" de lo que pasó.
El guión final —por el que ganaron el Oso de Plata al Mejor Guión en la pasada Berlinale— se desprende de los datos y, en lugar de eso, ofrece una reflexión sobre cómo la historia está llena de ficción.
También toca otros temas, como la necesidad de aceptación, la apreciación del patrimonio, la familia y la búsqueda de la identidad.
"A mí no me interesan las películas que hacen una revisión histórica por hacerla, o una fetichización de la historia; me interesa una revisión en tanto que tenga algo que decir", explicó Ruizpalacios.
El hecho que todo se ficcionara y se cambiaran los nombres de los personajes dificultó la aproximación al personaje, porque "no había mucha tela de donde cortar", reconoce el actor Leonardo Ortizgris, quien en la película es Wilson, amigo inseparable de Juan y cómplice en el robo.
"Veíamos a Wilson como un Sancho Panza que va a ir hasta el fin del mundo con su amigo", agregó el director, quien también reconoció que hay una cierta "dinámica de abuso" en la pareja de protagonistas.
Entre sus referentes a la hora de hacer el filme, Ruizpalacios mencionó la cinta Rififi, de Jules Dassin, a la que describió como "la película de robo más chingona jamás hecha".
Asimismo, con Badlands pudo ver cómo su director, Terrence Malick, "tomó una historia real y se fue por libre".
"Y siempre está algo de (Federico) Fellini; es mi favorito, así que siempre hay algo por ahí", complementó.