El presidente de Honda en México, Hiroshi Shimizu, fue arraigado en el país como parte de una resolución inédita en la industria automotriz.
La decisión hecha por el Juez Quinto de lo Mercantil en Guadalajara, Guillermo Sordia, ordenó la acción para Shimizu para responder al proceso por un abuso y daño económico de 40 millones de pesos a su distribuidor Grupo Bellavista, ingeniero Jorge Lozano del Bosque, y ordena reiniciar el suministro de vehículos a las agencias coahuilenses que fueron orilladas casi a la quiebra.
El fallo —bajo el número de expediente 1231/2018— ha marcado todo un hito en la relación que existe entre empresas armadoras y sus distribuidores, algunas armadores suelen quejarse de condiciones excesivas y cargas onerosas.
De acuerdo a diversos medios, Honda presionó para que en Coahuila éste vendiera sus agencias de Piedras Negras y Monclova a la firma United A.
"La historia de Honda-Bellavista es ejemplificativa de una relación desigual, pues dada la animadversión del director comercial de Honda, Edgar Pacheco, contra Lozano del Bosque, se materializó con exigencias inalcanzables de venta (por ejemplo, aumentar 200% el número de unidades vendidas al año), para luego suspender el suministro y la distribución bajo el garlito de “incumplimiento de objetivos”, señala una columna publicada en estos días, resaltado la situación.
Anteriormente Honda había emitido comunicado rechazando categóricamente que la empresa fallara a las leyes mexicanas.