Una comedia de humor negro, en la cual un pueblo ocupa, sin saberlo, cocaína para pintar sus canchas de beisbol, significará el debut de José María Yazpik en la dirección de cine.
El actor de Las oscuras primaveras y Narcos comienza la aventura el próximo lunes de Polvo, en locaciones de Baja California
“Sucede en San Ignacio, que es la tierra de su infancia, está a mitad de la frontera y la película habla de la naturaleza humana”, indica Mónica Lozano, productora del filme.
Mariana Treviño (Club de cuervos), Jesús Ochoa (El segundo aire) y Joaquín Cosío (Matando Cabos) integran el elenco.
“Un cargamento de cocaína llega a este lugar, el pueblo no sabe nada de eso y usan el producto para marcar campos; los dueños del material mandan a un chico de San Ignacio (Yazpik) quien salió a buscar fama y fortuna, le dicen El Artista, para que lo recupere”, detalla Lozano.
El guión de Polvo corre a cargo del dramaturgo Alejandro Ricaño y el propio Yazpik.
La fotografía recaerá en Tonatiuh Martínez (Sueño en otro idioma), el diseño de producción en Bárbara Enríquez (El Jeremías) y vestuario en Adela Cortázar (Luis Miguel, la serie).
José María se suma a así a otros actores que se han convertido en directores como Diego Luna (Abel), Gael García Bernal (Déficit) y Kuno Becker (Pánico 5 bravo).
Lozano tiene en su filmografía títulos como No se aceptan devoluciones, Ella es Ramona y Arráncame la vida y Amores perros.
Paralelo a Polvo está por arrancar El diablo entre las piernas, nueva cinta de Arturo Ripstein.
En su momento el experimentado cineasta dijo abordaría el tema de una pareja mayor.
“Le ha sido concedido el apoyo de Fidecine y presentado el proyecto a Eficine que esperemos apoyen y demos así el claquetazo hacia fines de año”, externa la entrevistada.
En posproducción tiene Conoces a Tomás, con Hoze Meléndez y Marioneta, de Álvaro Curiel.
Por nueva legislación. Vocal en la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y miembro de la Asociación Mexicana de Productores Independientes, Lozano sabe el momento que puede vivir el cine nacional en el nuevo sexenio.
Durante su participación en el anuncio de los Premios Fénix, a lo mejor del cine iberoamericano, recuerda que, actualmente, el cine extranjero puede ocupar casi la mayoría de salas existentes.
“(Es) la concentración de un cine que es ajeno y a veces llegamos a la exhibición de esa realidad en 95 % (de salas), lo cual condiciona la elección de la audiencia y afecta los derechos humanos para elegir las realidades diferentes”, considera.
“El reto de quienes estamos en el mundo del audiovisual es llegar al mayor número de audiencias que son el motor para el cual todos nosotros trabajamos; creo es un buen momento para pedir al equipo de transición eso y revisar las leyes en México para evitar la concentración y se le dé más atención a lo nuestro”, externa.
Recuerda que se ha tenido contacto con Alejandra Frausto, quien será responsable de cultura en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y María Novaro, quien fungirá como directora del Imcine.
“Creo se ha establecido un diálogo con muy buena recepción y que vamos a poder construir en conjunto con varias asociaciones”, dice.
De los 400 estrenos registrados en México durante 2017, menos de 100 fueron locales.