CIUDAD DEL VATICANO.-El papa Francisco pidió perdón hoy por los escándalos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica y admitió que el dolor de las víctimas "durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado", en una carta abierta que publica hoy la Santa Sede.
"Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas", afirma el Pontífice en la misiva dirigida al Pueblo de Dios.
Asimismo destaca la relevancia de admitir y condenar los hechos. "Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables", agregó.
El pontífice argentino señaló que se está aplicando "tolerancia cero" en esta materia y que se está trabajando para que tengan que rendir cuentas "todos los que realicen o encubran estos delitos".
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, destacó la relevancia de que el pontífice se refiera a los abusos como un "crimen, no sólo un pecado".
"El papa Francisco dice que se necesita urgentemente que los culpables rindan cuentas, no sólo los que cometieron aquellos crímenes, sino también aquellos que los cubrieron, lo cual en muchos casos incluye a los obispos", enfatizó Burke.
La carta dirigida al Pueblo de Dios, los 1,300 millones de fieles en todo el mundo, es un documento que rara vez se emplea. Se publica días después de que saliera a la luz un informe de las autoridades estadounidenses de Pensilvania que revela los nombres de más de 300 sacerdotes abusaron de menores en ese estado norteamericano. Se estima que las víctimas rondan el millar de personas.
El Vaticano dijo la semana pasada que sentía "vergüenza y dolor" por lo ocurrido. Hoy el papa Francisco insistió en la carta: "Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos”.
El papa Francisco viaja el sábado a Irlanda, donde también hubo casos de abusos a menores dentro de la Iglesia. El arzobispo Eamon Martin, presidente de la Conferencia de obispos católicos irlandeses, dijo que el pontífice se reunirá con víctimas de abusos y prometerá medidas efectivas
"No estoy seguro que cuales serán sus palabras y no estoy seguro de que los sobrevivientes quieran una simple disculpa", dijo Martin en declaraciones a la BBC. "Si se disculpa, tiene que ser algo más que un 'lo sentimos'", señaló.
La Iglesia católica es acusada desde décadas de no castigar a los curas pederastas y de ocultar sus crímenes. Al igual que su predecesor, el papa Francisco prometió "tolerancia cero" en este asunto, aunque recientemente surgieron varios escándalos como en Chile, donde el pontífice aceptó la renuncia de cinco de sus 33 obispos por el encubrimiento de casos de abusos contra menores.
Según el experto en asuntos eclesiásticos John L. Allen, editor de la web especializada Crux.com, la Iglesia católica tiene un problema estructural a la hora de abordar el encubrimiento de las acusaciones.
"Hace 16 años que la primeras crisis estalló en Estados Unidos, casi diez desde lo ocurrido en Irlanda, y ahora más cinco desde que Francisco fue elegido y la Iglesia católica todavía no tiene un proceso transparente, creíble para tratar asuntos cuando un obispo no es acusado directamente de haber cometido un abuso sino de encubrir los crímenes de otra persona", señaló Allen en un artículo el domingo.
Arzobispo irlandés pide al papa debatir abuso sexual en la Iglesia El arzobispo de Dublín instó hoy al papa Francisco a hablar abiertamente sobre las estructuras de la Iglesia católica que permitieron que hubiera casos de abuso sexual, una semana antes de la primera visita del sumo pontífice a Irlanda en cuatro décadas.
“No es suficiente decir lo siento", dijo Diarmuid Martin en su homilía del domingo. "Las estructuras que permitieron o facilitaron el abuso deben ser destruidas y destruidas para siempre”.
Martin, que recibirá a Francisco la próxima semana, describió a la cifra de víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos como "inmensa".
El pontífice debe "hablar abiertamente sobre nuestro pasado, pero también sobre nuestro futuro", demandó.