Con honores fue despedido el cuerpo presente de Ángel Edú Rodríguez Carreón a quien le rindieron su último pase de lista, guardias de honor y el toque del silencio en las instalaciones del Departamento de Seguridad Pública ante las Autoridades Municipales y familiares presentes.
Ángel Edú Rodríguez dejó de existir a los 28 años de edad por un presunto suicidio, y se desempeñaba como Oficial de la Policía Preventiva Municipal desde hace dos años aproximadamente y fue encontrado la mañana del sábado con un disparo en la cabeza.
En su despedida con honores, el personal administrativo dejó en claro que no despidieron a un fiel servidor público, sino también un compañero de labores, por lo que faltaron palabras para mitigar el dolor ante tan irreparable pérdida, pero expresaron su agradecimiento a los familiares de Ángel Edú por permitir que se dedicara al trabajo que más le gustaba.
No contar con su presencia los sumerge en un profundo dolor puesto que no lo volverán a ver físicamente como lo hacían antes de su fallecimiento, hoy pierden a un amigo muy valioso, una gran persona, que siempre entregó todo, pero les queda el consuelo que hoy descansa en paz.
A todos sus familiares les enviaron un gran abrazo señalando que les llegue la fuerza y consuelo en estos momentos tan difíciles, pidiéndoles que se sientan orgullosos por el fiel y dedicado servicio que Ángel Edú prestó a esta corporación sabiendo que puso su mayor empeño y profesionalismo en las tareas que se le encomendaron.
Por su parte, el Director de la corporación policiaca, Gerardo Arellano Acosta se dirigió a los Padres del elemento fallecido para que recibieran de todo su Departamento las más sinceras condolencias, ya que perdieron a un buen elemento, pero sólo físicamente ya que permanecerá en el recuerdo de esta corporación.
La baja de su lista de asistencia, solo será en ese sentido ya que siempre estará presente, seguirá en un lugar de honor en el Departamento, ya que el servicio de un Policía no sólo requiere de valentía, sino también de honor y esto es lo más sagrado que pueda tener un policía.
Día a día enfrentan el peligro, ofrecen su cuerpo y voluntad para servir, por esa razón, Ángel Edú seguirá sirviendo a la sociedad de Monclova a través de sus compañeros, quienes seguirán su ejemplo y honor.
Posteriormente se dio paso al toque del silencio donde los sentimientos se pusieron a flor de piel y el dolor de los familiares de Ángel Edú resaltaron con todos y cada uno de los protocolos realizados por la corporación policiaca.
El féretro de Edú tenía sobre puesta la Bandera de México, misma que fue doblada y entregada a su madre Adriana Marcela Carreón Patiño quien al recibirla rompió en llanto para abrazar y besar dicha Bandera en honor al trabajo que realizó su hijo y posteriormente fue despedido con aplausos por toda la corporación policiaca.