CIUDAD DE MÉXICO.-Senadores advirtieron que la propuesta de "superdelegados" en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador podría atentar contra el federalismo y formar funcionarios potentados. Ernesto Cordero, presidente del Senado, dijo que esta medida arriesga el ejercicio oportuno del gasto, mientras que el lucro con programas sociales seguiría latente. "Ese riesgo existe con 'superdelegados' o sin 'superdelegados' (...) habrá que darles el beneficio de la duda", señaló. En tanto, la senadora panista Laura Rojas consideró un peligro esa figura de delegados afines al tabasqueño. "Nos parece que es absolutamente peligroso, esta híper concentración del poder en una sola persona. Le hemos llamado y muchos también, los medios de comunicación les han llamado los virreyes", expuso. "¿Ahora tendremos un Presidente en la República o un rey y 32 virreyes? Claramente para nosotros desde el PAN esto es una estructura política, lo que están haciendo es una estructura político-electoral que con el uso de los recursos públicos, de los programas sociales, pues lo único que van a hacer es acrecentar y fortalecer una estructura clientelar a favor de Morena, en todo el País ¡es clarísimo!". Mariana Gómez del Campo, legisladora del PAN, señaló que la propuesta es regresiva, por lo que advirtió que el partido estará vigilante. Acusó que la figura de "superdelegados" atenta contra el federalismo y la democracia, y habla de intereses privados a favor del próximo Ejecutivo federal. "Me parece que el Presidente electo no sabe dónde está parado, no sabe a ciencia cierta cómo se opera en los diferentes estados de la República y nosotros vamos a estar muy atentos para que esto no ocurra. Esa figura de 'superdelegado' trata de quitarle todo el poder a los gobernadores", indicó. "Yo espero que lo regulen pronto, porque la idea de los programas es que verdaderamente lleguen a los demás, a los que lo necesitan, no que lleguen a los operadores del próximo proceso electoral en los diferentes estados de la República". Grupo REFORMA publicó hoy que el Presidente electo giró instrucciones a 32 delegados estatales y 264 delegados regionales para que en los Estados los recursos federales lleguen directo a las familias y sin intermediarios. El propósito, según dijeron algunos delegados, es que los fondos no vayan "a la bolsa de los Gobernadores", no los toque un Diputado o un Alcalde y tampoco cobren moche por su asignación.