Para evitar la deshidratación y los golpes de calor, es importante asegurarse de que los perros tengan un entorno fresco y acceso fácil a agua para hidratarse.
Según Alan Pareja Palacios, director de la Unidad de Protección y Trato Digno para Animales de Compañía, los perros deben tener agua fresca y limpia durante todas las estaciones del año. Sin embargo, durante épocas calurosas, el cuidado debe ser aún mayor para evitar la deshidratación.
Es recomendable cambiar el agua dos veces al día y proporcionar una sombra donde los perros puedan protegerse del sol y así evitar la deshidratación.
También es importante tener en cuenta que exponer a nuestras mascotas al ambiente exterior puede ser peligroso, por lo cual debemos extremar estos cuidados. En temperaturas extremas, se puede agregar electrolitos orales en su plato, como suero oral, pedialyte, solural o incluso gatorade.
Durante las temporadas calurosas, las mascotas necesitan menos calorías, por lo que es normal que coman menos. Es recomendable utilizar alimentos con menor contenido energético para evitar que los perros suban de peso. Sin embargo, cualquier cambio en la dieta debe ser supervisado por un veterinario.
Además de estos cuidados, es importante prestar atención a la desparasitación y al uso de medicamentos antipulgas. También se debe evitar que los perros coman alimentos de la calle, ya que el calor favorece la proliferación de moscas, pulgas y garrapatas, además de que la comida descompuesta puede causar problemas.
Si un perro presenta vómitos o diarreas durante estas épocas, es necesario buscar atención veterinaria inmediata para evitar la deshidratación severa en cuestión de horas.
